Ya de entrada, debería descartar hacer planes los festivos, que ya me conozco, pero así y todo, a última hora de la tarde tuvimos un brote de actividad y nos arrastramos (Sr. C y yo) hasta el ordenador para escanear telas y hacer un catálogo medianamente decente. También tuve tiempo para regalarme unas cuántas kilocalorías en forma de muffin y una corta pero efectiva cura de sueño.
Estos días tan tontos deberían estar prohibidos.
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