Dos para la sala 3. 1ª Sesión

Inauguro la sección por una llamada a mi talento desde La Casita Turquesa. Nadie como yo para hablar de una de los mayores entretenimientos que ha inventado el ser humano: el cine.

El séptimo arte nos permite, aunque sólo sea por un par de horas, introducirnos en la piel de cualquier personaje que por desgracia en el mundo real no podremos ser.

Si una película nos gusta lo suficiente, nos identificamos con los personajes, o fantaseamos con lo que haríamos nosotros en su lugar, algunas incluso nos hacen pensar, sentir, meditar, lamentar la inversión en la entrada del cine, pero rara vez provocan indiferencia (o al menos a mí no me ocurre)

Así que de vez en cuando, comentaré desde aquí algunas películas que me hayan llamado la atención, ya sea para bien o para mal (aunque intentaré mencionar sólo las que merezca la pena ver)

También admito sugerencias, así que si queréis que comente alguna en concreto, no dudéis en hacérmelo saber.

Y ahora, sin más dilación, comenzaré la sección hablando de una película francesa, que pasa por encima de la mayoría de comedias románticas del continente americano.

Título: Una dulce mentira. Dirección: Pierre Salvadori. País: Francia. Año: 2010. Género: Comedia romántica. Interpretación: Audrey Tautou (Émilie), Nathalie Baye (Maddy), Sami Bouajila (Jean), Stéphanie Lagarde (Sylvia), Judith Chemla (Paulette). Guion: Benoît Graffin y Pierre Salvadori.

Sinopsis

Una mañana Émilie recibe una carta de amor de un desconocido, y a pesar de que en un primer momento decide deshacerse de ella, pronto se da cuenta de que puede ser lo que necesita su madre para salir del bache que atraviesa desde que su marido la abandonó, así que decide enviársela sin saber que quién la remite es Jean, uno de sus empleados.

Trailer

Mi opinión

A pesar de lo sobresaturado que está el género de la comedia romántica, todavía se encuentran (aunque muy de vez en cuando) pequeñas joyas que merece la pena ver. Que nadie me malinterprete y piense que estamos hablando de una obra maestra, pero es que la película no pretender serlo, ni mucho menos. Seguramente su director sólo buscaba lo más básico que nos ofrece el cine, entretenimiento. Y que hoy en día una película lo consiga, ya es un logro, sobre todo cuando nos inundan con producciones estadounidenses de temporada, exclusivamente para ver y olvidar.

De modo que cuando tengo la oportunidad de ver cine europeo, la aprovecho, sobre todo sabiendo que nuestro porcentaje de buenas producciones supera con creces al americano.

En este caso, estamos ante una comedia sin pretensiones, como comentaba anteriormente, que sólo busca hacernos sonreír, entretenernos y hacernos pasar un rato agradable.

Las actuaciones de los actores principales son las que hacen que la película funcione correctamente, porque no son forzadas, fluyen con facilidad y encajan en sus respectivos papeles. Audrey Tautou demuestra que se maneja perfectamente en la comedia, mucho mejor, al menos para mi gusto, que en otro tipo de producciones. El actor que le da la réplica, Sami Bouajila, ha sido un pequeño descubrimiento, e interpreta perfectamente el papel de tímido enamorado. Mientras que Nathalie Baye, consigue desarrollar el complemento perfecto para la pareja protagonista, encarnando a la madre de Émilie, una mujer insegura que necesita un cambio en su vida para recuperar la autoestima.

¿Cuándo verla?

Un domingo por la tarde, después de comer una pizza y en compañía de tu pareja. Si no es posible verla en estos términos, optar por cualquier otra opción, porque merece la pena.

Nos vemos en la siguiente sesión.

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